Después de más de un año bajo estado de emergencia en respuesta a las personas sin hogar, sigue siendo uno de los problemas más urgentes que enfrenta Long Beach. ¿Qué harías diferente para enfrentar esta crisis de vivienda, adicción y salud mental?
Con respecto a la crisis de vivienda para personas sin hogar, me gustaría replicar lo que he hecho en el pasado en lugar de hacer algo diferente. Necesitamos más proyectos como el desarrollo de 76 unidades “26.2” que ofrecen apartamentos individuales para residentes de bajos ingresos que antes no tenían vivienda. El promotor inmobiliario se contactó conmigo para pedir ayuda para adquirir “vales de proyecto” para el edificio residencial de $41 millones en la esquina de PCH y Loma. El proyecto simplemente no se llevó a cabo debido a la falta de vales de renta. Pude trabajar con el personal de la ciudad para asegurar esa fuente de financiamiento y la construcción ya está completa. Estoy muy orgulloso de haber ayudado a hacer realidad el proyecto y me gustaría que proyectos similares se hicieran realidad.
Con respecto a la adicción y la salud mental, yo propuse agregar en la agenda del Consejo Municipal el propuesto que fue hecho por el gobernador Newsom para apoyar el sistema Care Court. Necesitamos hacer planes a largo plazo para la implementación de este sistema y maximizar nuestra participación para que atienda nuestras necesidades. También necesitamos continuar nuestra colaboración con agencias externas, como el condado de Los Ángeles y Caltrans, pero necesitamos resolver nuestro tiempo en que respondemos a estos problemas. Trabajaré arduamente para motivar a ambas agencias a abordar los campamentos de personas sin hogar de manera más rápida.
Finalmente, continuaremos motivando a los residentes a utilizar nuestra oficina del consejo como centro de intercambio de información para informarse sobre todos los problemas relacionados con las personas sin hogar. Trabajamos muy de cerca con los servicios de personas sin hogar en la ciudad y la policía para coordinar reportes a nuestra oficina y abordar los campamentos. El curato distrito del Consejo es muy complejo porque interactuamos con múltiples jurisdicciones de condado, estatales y federales junto con diez agencias policiales diferentes. Se requiere mucha coordinación de las oficinas del consejo para dirigir las inquietudes de los residentes al lugar correcto. También hemos ayudado a personas a trabajar dentro del sistema para encontrar vivienda temporal y, eventualmente, vivienda de apoyo permanente.
Recientemente, la ciudad ha tenido una gran escasez de contratación que ha afectado todo, desde la recolección de basura hasta la respuesta de la policía y los bomberos. ¿Cómo acelerarías la contratación de trabajos y mejorarías la retención de empleados?
Hemos logrado enormes progresos en resolver la escasez de contratación durante los últimos dos meses. La falta de personal en el departamento de bomberos en Long Beach era un gran problema en la ciudad hasta el 6 de diciembre cuando se anunció que todos los puestos de trabajo en el departamento se habían llenado. Esto se logró gracias a que el departamento de bomberos dirigió una gran clase de reclutas que produjo 39 bomberos que todavía necesitan pasar un periodo de prueba. Eso fue más que suficiente para cubrir las 19 vacantes juradas y aliviar la necesidad de devoluciones obligatorias. También se están proponiendo cambios sistemáticos que agilizarán drásticamente el proceso de contratación. El 18 de enero, la ciudad anunció una propuesta de enmienda a los estatutos para reformar la función pública. El objetivo es modernizar nuestros procesos de reclutamiento y contratación transfiriendo responsabilidades administrativas al departamento de recursos humanos. Creo que vamos por buen paso para encontrar soluciones permanentes a nuestros desafíos de contratación.
Long Beach ha dependido durante mucho tiempo de los ingresos del petróleo, pero ese flujo de dinero está desapareciendo. ¿Cómo debería la ciudad compensar esos ingresos para evitar déficits grandes en su presupuesto?
No existe una solución instantánea para la pérdida de ingresos petroleros. Probablemente tendremos que considerar recortes presupuestarios más pequeños para evitar déficits presupuestarios importantes. He declarado públicamente que el el Consejo Municipal debería pensar duramente antes de recortar los recursos de seguridad pública para equilibrar un presupuesto como se hizo en el pasado. Fue necesario un gran esfuerzo para restaurar el camión de bomberos 17, por eso es que debemos trabajar muy duro para encontrar nuevos recursos de ingresos. Esto incluye industrias ejemplificadas por Space Beach, pero también incluye mejorar el ambiente de negocios para reclutar nuevas empresas. En el cuarto distrito del Consejo, esto comenzó con el “Renacimiento de negocios de venta” cerca de la rotonda. También continúa con la inversión de Fletcher Jones con Porsche Long Beach y el nuevo Sports Basement que ocupará el edificio antiguo de Sears. Estas son señales muy positivas de que Long Beach tiene el potencial de desarrollar nuevas fuentes de ingresos.
El este de Long Beach tiene algunas de las calles peor calificadas de la ciudad, pero, actualmente, el enfoque de la ciudad para la reparación de carreteras se centra en darle mantenimiento a las calles en buenas condiciones y dejar que las calles en mala condición empeoren. ¿Qué opina de este enfoque y qué hará para abordar las condiciones de las calles en esta parte de la ciudad?
Entiendo la razón detrás del sistema arreglar las calles utilizado por el departamento de obras públicas en la ciudad porque he trabajado con ellos durante casi nueve años. Las calles peor calificadas son muy costosas de reparar, así que existe la obligación de evitar que las calles buenas se conviertan en calles mal calificadas. Una forma de liberar fondos para la repavimentación de calles es utilizar el presupuesto operativo de nuestra oficina para financiar reparaciones de banquetas, bordillos y canales. Logramos esto administrando nuestra oficina a un nivel de eficiencia que nos permite ahorrar, en promedio, el 46 % del presupuesto operativo de nuestra oficina para financiar reparaciones de banquetas, bordes y canales. Ese porcentaje equivale a una cantidad promedio de $217 al año. Los ahorros se devuelven a la comunidad en forma de reparaciones de infraestructura, la poda de árboles y eventos comunitarios. En el caso de banquetas, bordes y canales, si reparamos las peor calificadas.
El aeropuerto de Long Beach es uno de los negocios más importantes de la ciudad, pero también los residentes que viven cercas del area se quejan sobre tanto ruido que produce.¿Qué cree que debería hacer la ciudad para garantizar que las operaciones del aeropuerto no afecten la calidad de vida de los residentes que viven cercas de las instalaciones?
He pasado varios años y tengo una gran experiencia trabajando con vecindarios afectados por el ruido de los aeropuertos, tanto como ciudadano privado tanto como funcionario electo. El Consejo Municipal tuvo un gran éxito al abordar las infracciones de ruido de las compañías aéreas comerciales hace unos años. Lo logramos trabajando con nuestro abogado municipal y asesores legales externos para guiarnos a través de las complejidades de nuestra ordenanza sobre ruido para que nunca estuviera en peligro. En ese momento, me acusaron de ser muy agresivo al proteger el cuarto distrito del Consejo sobre infracciones por causar ruido nocturno. Pero lo que hice fue informar al público las multas que JetBlue Airways estaba acumulando por el ruido nocturno. JetBlue finalmente decidió abandonar Long Beach y los problemas de ruido de los aviones comerciales se fueron con ellos. Lamentablemente para la aerolínea, no han mejorado en sus problemas operativos. Desde que dejó el aeropuerto de Long Beach, el Wall Street Journal nombró a JetBlue como la peor aerolínea de Estados Unidos durante tres años consecutivos. Creo que podemos desarrollar soluciones a los problemas de ruido de la aviación general utilizando el mismo enfoque medido y la misma diligencia debida. Desarrollaremos políticas y encontraremos tratos que sirvan tanto a la comunidad empresarial del aeropuerto como a los vecindarios afectados por el ruido.